"Dormí sin frazada", la tradicional frase se plasma en un blog de sano esparcimiento donde poder reflejar las preocupaciones y despreocupaciones de la vida cotidiana. Dos proyectos de periodistas con la idea puesta en el progreso.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Noche

Hay veces que necesito que las noches sean eternas. Sea cual sea el día. Su tranquilidad, su silencio, me conmueven.
La noche da lugar a la reflexión, a la libertad de pensamiento. La soledad es cruel por ls noches y nos hace querer estar acompañados.
La cabeza vuela en busca de esa persona que queremos a nuestro lado. Ella quizás lo sepa, quizás no, quizás lo haya olvidado.
La mente vuela, como los sueños. Pero si el sueño no llega, el inconsciente se desespera.
Damos vueltas y vueltas sobre nosotros mismos, intentamos todo lo posible para conciliar el sueño y poder descansar, lo único que anhelamos es dormir, o en su defecto, que sea ya otro día y dejar de lado eso que no podemos conseguir.
Sin embargo, cuando ese momento llega realmente, volvemos a pensar lo lindo que sería tener toda la noche por delante para poder descansar.
Hay veces que necesito que las noches sean eternas, para poder recordarla, pero ¡que paradoja!, hay otras que se me hacen eternas por no poder olvidarla.