Siempre resulta difícil procesar el dolor que produce la muerte de una persona. Lamentablemente, no siempre somos concientes de la suerte que tenemos al vivir en contemporaneidad con un hombre digno de ser considerado “prócer”. Tanto en Argentina, como en Latinoamérica (limites territoriales en los que se aplica nuestro sentido de pertenencia y consecuente cariño), Néstor Kirchner fue (nunca me dolió tanto escribir en pasado) un verdadero líder del proceso de independencia política y económica de la región.
El ex presidente de Argentina (2003-2007) levantó 2 banderas que se encontraban rasgadas, rotas, sucias y olvidadas. La de la paz y la de los derechos humanos. Hay dos fotos, dos anécdotas, que pasarán a los libros, esos que recientemente editados cuentan una historia más auténtica, más nuestra. Más latinoamericana y mucho más argentina. Un cuadro y un abrazo. Un asesino y 2 presidentes democráticos, elegidos por sus pueblos, protagonizan las anécdotas que tallan el perfil de Kirchner.
La primera. El 24 de marzo del 2004, en la ESMA, cuando ordenó que bajaran los cuadros de Videla y Bignone de la galería del colegio militar. Así terminaban los años de indultos, puntos finales y obediencias debidas, y comenzaban los de juicios a militares. Terminaban las injustas libertades de los asesinos y empezaba a sentirse un poco de justicia en el aire, ligada estrictamente a la paz de los familiares de desaparecidos: a las Madres de Plaza de Mayo y a las Abuelas. Kirchner dio un discurso como Comandante en Jefe del Ejército lleno de símbolos y frases notables, por ejemplo: “El ejército va a trabajar en la reconstrucción de la Argentina. Que el 24 de marzo se convierta en la conciencia viva de lo que nunca más tiene que pasar en la patria. Que esas armas, que orgullosamente portan, nunca más sean apuntadas hacia el pueblo argentino".
La segunda. Nestor Kirchner fue el responsable de que esta región goce de una paz entre todas las naciones que conforman el cono sur. De no ser por su gestión como Secretario general de la UNASUR, Colombia y Venezuela habrían entrado, posiblemente en un conflicto bélico. Sin embargo, Kirchner supo intervenir debidamente para que Chávez y Santos llegaran a un acuerdo fundamental para la unión política de Sudamérica ya que si entre nosotros, países hermanos, nos peleamos, nos devorarán los de afuera. Como sucedió desde el descubrimiento capitalista de nuestro continente. Como sucedió hasta que la gestión de Kirchner en Argentina y de Lula en Brasil (que espero sea el sucesor en el cargo de UNASUR) llevaron a cabo la unificación subcontinental contra la dominación imperialista.
Ayer se fue un gran presidente, el mejor que yo haya visto en mis 19 años de vida. Por 3 días, Latinoamérica llora la perdida de un unificador que supo unir e integrar nuestro subcontinente mediante la política y la paz. Nos dejó un hombre que por su capacidad de conducción será recordado. Probablemente haya tenido sus manchas negras pero... ¿A alguien le va a importar? ¿Alguien dejó de ser peronista porque dejó entrar a cientos de nazis al país? ¿Alguien dejó de ser radical por las leyes de obediencia debida y punto final? Disculpen, pero Néstor Kirchner fue el más digno presidente que hemos tenido y, en vida, le exigimos muchísimo más que a cualquier otro. Y para aquellos desalmados que festejan su muerte me guardo una frase de Diego.