Durante el día de ayer, una sucesión de hechos ocurridos en Ecuador nos mantuvo en alerta a todos aquellos que creemos que el estado democrático representativo es el modelo de administración de poder más indicado para gobernar una nación. Como consecuencia de las oscuras experiencias que la memoria colectiva registró de los levantamientos cívico-militares contra gobiernos constitucionales ocurridos en tierras sudamericanas durante la década del ’70, a más de uno se le pone la “piel de gallina” al escuchar que algún país se encuentra amenazado por un orden anticonstitucional. Probablemente, no fui el único que se imaginó a Salvador Allende desafiando a los pinochetistas de la misma manera que Correa lo hizo con los policías amotinados en el Regimiento de Quito. Les propongo, ya que lo que sucedió ayer fue más que cubierto, reflexionar sobre cuales fueron las causas de que estos hechos no finalizaran con una tragedia y cuál es la situación política latinoamericana que no lo permitió. ¿Será que ya no hay un Kissinger avivando golpes que fomenten las políticas neoliberales (y las posteriormente denominadas “relaciones carnales”) en el cono sur? Tal vez hay un Kissinger, pero tiene la puerta cerrada. Tal vez, UNASUR es la responsable de que no pueda entrar. También podemos hacernos los boludos y proponer que EEUU cambió sus políticas exteriores y apoya el socialismo en nuestro subcontinente, ¿Por qué no?
A casi 11 años de comenzado el milenio, la situación pareciera no ser la misma que en la época de Nixon. Sin embargo, en este lapso de tiempo, Venezuela (2002), Bolivia (2008) y Ecuador sufrieron golpes de estado (o, por suerte, intentos de…).
Venezuela, para el 2002, había sido gobernada durante 4 años por Hugo Chávez Frías. La autodenominada “revolución bolivariana” mantuvo una línea socialista y antiimperialista apoyada en la redistribución de los ingresos generados por la venta de petróleo, el commodities que sustenta la economía venezolana. Frente a esta situación 2 cabecillas de la oposición acudieron a la Casa Blanca para saber qué impresión tenía gobierno de Bush acerca de la situación del tercer país mayor productor de petróleo. George Tenet, Director de la CIA, opinó: “Pareciera ser que el Sr. Hugo Chávez no tiene los intereses de EE.UU. como prioridad”, a lo que el secretario de estado agregó que observarían de cerca lo que suceda allí. Días después, un 11 de Abril precisamente, una marcha caracterizada por la elegante asistencia de señoras angloparlantes asustadas de que Venezuela se convierta en “La Nueva Cuba”, fue convocada. Su objetivo: echar a Chávez del poder. En su transcurso, ésta fue redireccionada hacia el Palacio de Miraflores, donde se encontraba una contramarcha que apoyaba al gobierno constitucional. Luego de una masacre que, como bien describe el documental “la revolución no será televisada” (http://il.youtube.com/watch?v=yh85ins7Ucg&feature=related), fue asquerosamente manipulada por los medios de comunicación, las fuerzas armadas secuestraron al presidente constitucional tras amenazar con bombardear la Casa de Gobierno. Tras tres días de gobierno de Pedro Carmona (Presidente de la más grande cámara empresarial) en los que las manifestaciones populares eran sucedidas por sus respectivas represiones, un millón y medio de venezolanos acudieron al Palacio para pedir la reestabilización del gobierno constitucional. Un operativo organizado por la seguridad interna de la Casa de gobierno logró reponer en el poder al gobierno de Chávez.
No muy distinta es la historia en Bolivia en el 2008. La crisis social se dio en condiciones similares que en Venezuela: Evo Morales mantenía una presidencia cuyo principal objetivo era achicar la brecha entre ricos y pobres con medidas como la nacionalización de la distribución del gas y la reforma agraria, mientras que en cinco provincias amenazaban con independizarse del país si no cambiaba el perfil de las políticas gubernamentales. En estos departamentos, el 5% de la población controlaba el 91% de la tierra cultivable mientras que el 80%, que también pertenece a la actividad agrícola, subsistía con el 3%. Ante los constantes ataques a instituciones públicas de esos departamentos, la toma de los aeropuertos y el asesinato (de alto contenido fascista y racista) de manifestantes que apoyaban al gobierno nacional; el estado de sitio fue decretado por el presidente. En respuesta a esta medida, grupos paramilitares ofrecieron la resistencia enfrentando al ejército nacional. Mediante la negociación política entre Morales y la oposición apoyada por la UNASUR en la Declaración de la Moneda, el conflicto fue resuelto. La situación tuvo como consecuencias el arresto de Leopoldo Fernández, gobernador de uno de los departamentos, y la expulsión del embajador estadounidense, Philip Goldberg, quien se encuentra acusado de financiar a la derecha boliviana y a sus grupos paramilitares. Este último hijo de puta participó desde adentro en la separación de Yugoslavia que derivó en la Guerra de Kosovo en la década del ’90.
Como está explicito, EEUU sigue teniendo intenciones de derrocar gobiernos socialistas y populistas en América latina pero gracias a los negritos politizados en Venezuela y a la habilidad política del primer mandatario boliviano apoyado en la Unión de Naciones Suramericanas, los intentos fueron sofocados. Lo sucedido ayer en ecuador le suma contenido a los dichos de Cristina Fernandez en el marco del Bicentenario de la Revolución de Mayo donde señaló que esta nueva etapa nos encuentra más unidos que nunca.
Ultima observación y los dejo tranquilos. La medida que provocó la sublevación en Ecuador apuntaba a equiparar los salarios de las fuerzas policíacas. Los golpes en Venezuela y Bolivia estuvieron orquestados por gente que, si viviera en nuestro país, sin duda hubiera salido a la calle en contra de las retenciones y de la participación obrera en las ganancias. ¿Será que el respeto a la democracia generado por lo vivido en nuestro país es tan grande que no concebimos la posibilidad de un gobierno no elegido por el pueblo o tal vez la razón es que la derecha argentina que tanto repudió el golpe en Ecuador no fue los suficientemente fogoneada por EEUU? A mí, lilita carrió me da un poco de miedito…
Se viene el fin de semana y con él, un poco de relax en SinFrazada.
LauP.D.: El golpe perpetrado en honduras al gobierno de Zelaya en el 2009 no fue incluído en la nota por no formar parte de sudamérica y, en consecuencia, por no existir injerencia directa por parte de las organizacioes multilaterales del subcontinente. Sin embargo, la efectividad del mismo (ya que el Zelaya fue depuesto y sucedido por Porfirio Lobo) prueba la importancia de la existencia de un bloque multinacional.
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